Poco a poco su piel se ha bronceado, y no por sus idas al mar, sino por el candente sol que a diario recibe en las calles de Metapán, lugar donde se gana el sustento de su familia.
Noé Armando Hernández, con 56 años sobre sus espaldas, empezó su pequeña venta de verduras hace diez años en la esquina donde se juntan las avenidas Isidro Menéndez e Ignacio Gómez, dos grandes personajes de la historia metapaneca.
En su conversación con Jaguar News, don Noé detalla, poco a poco, los sacrificios que los vendedores ambulantes hacen para lograr poner el pan en la mesa de sus familias.
Al centro de Metapán baja con su venta desde la colonia Montecristo. Una vieja sombrilla es su cómplice y refugio ante el inclemente sol del medio día en la ciudad calera.
A Noé le toca criar solo a sus 2 hijos, ya que su esposa se fue a Estados Unidos a buscar suerte y apoyar, desde allá, a su familia.
En esos días difíciles de sol o lluvia, su alegría en el trabajo es poder contar anécdotas y chistes con sus compañeros vendedores, con quienes poco a poco, han cultivado una bella amistad.