Qué puedo hacer con este torbellino de dificultades, sino echármelos al lomo y levantarme día a día para derrotar las adversidades. Esa es la vida que construye paso a paso, día a día, una buena cantidad de salvadoreños y salvadoreñas.
La niña Margarita, quien se levanta a las 4 de la madrugada para bajar desde las lomas de Altos de San Juan e ir al mercado a ganarse los 15 pesos que a diario le pagan por vender frutas y verduras en el mercado y con los que cría a su pequeña hija, es un claro ejemplo de esa realidad en nuestro municipio.
“La vida no es fácil, paso en pie todo el día, bajo el ardiente sol o la repentina lluvia, en mis hombros llevo las esperanzas de un mejor mañana, de un futuro diferente para mi hija. A las 5 de la tarde regreso a mi casita, cansada, con los pies hinchados, a seguir con los oficios domésticos y ayudar a pequeña hija en las tareas que en la Escuela Luz Gómez le dejan a diario”, esas son las palabras de una madre luchadora, una mujer metapaneca que no se rinde.
Claro que no es fácil, la falta de oportunidades para nuestro pueblo son inmensas, principalmente para las mujeres que no tienen oportunidad de aprender un oficio o emprender su propio negocio. Sin embargo, para la niña Margarita eso no es motivo para desmayar, sigue su lucha, se esmera constantemente para ganarse honradamente el pan de cada día y darle una mejor oportunidad a su pequeña hija.